El águila de sangre
Uno de los peores métodos de ejecución
Uno de los peores métodos de ejecución de la época, el águila de sangre implicaba poner a la víctima boca abajo, tallarle un águila con las alas extendidas en la espalda, romperle las costillas y sacarlas por el agujero, creando así unas alas artificiales y terribles. Como "guinda", también se cogían los pulmones de la víctima (que aún estaba viva) y se situaban encima de las costillas hasta que, esta vez sí, moría.